Su abuelo materno Clemente Urioste (1766-1845) fue
escribano de la Villa, y secretario del Ayuntamiento y su padre Timoteo Escarza Arauco, que ejerció de escribano en el
Ayuntamiento de Zalla, donde ella nació, era hermano de Félix Escarza(1786-1853)
que fue tres veces alcalde, otras tres teniente alcalde y en 1852 regidor
decano.
A pesar de que en aquellos años la
formación de las chicas se centraba según un decreto de 1825, en "las labores propias de su sexo, a
saber: hacer calceta, cortar y coser las ropas comunes de uso, bordar y hacer
encajes", ella por su posición social pudo estudiar magisterio y
llegar a ejercerlo.
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En marzo de 1853 se propuso a
nivel provincial la creación de escuelas de niñas para los pueblos que pudieran
mantenerlas, y ese mismo mes se aprobó en la Villa, fijando a la maestra el
sueldo de 2.200 reales: 1.800 de los fondos municipales y 400 aportados por las
familias. Un sueldo que por Real Decreto estaba establecido que fuera una
tercera parte menor que el del hombre.
La enseñanza se impartiría hasta
los 16 años y tendría carácter gratuito para las niñas catalogadas como pobres,
mientras que el resto abonaría a partir de los 13 años su coste.
Tras inaugurarse el edificio “destinado a escuelas públicas de niños y
niñas, con habitaciones para maestro y maestra, situado en el llamado Campo de
la Iglesia", el 3 de setiembre de 1853 se aprueba el nombramiento de
Cándida (tenía 24 años) como maestra interina (hasta que la interesada reuniera
los requisitos necesarios para obtener la plaza en
propiedad), aunque algunos concejales se habían mostrado partidarios de la
adjudicación por el sistema de oposición.