La Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, más conocidos como Amigonianos, serán seguramente los religiosos menos conocidos en la Villa.

En 1916 se había creado en el País Vasco la Asociación Tutelar del Niño, que fue bautizada oficialmente como Asociación Casa Reformatorio del Salvador, bajo la presidencia de Gabriel Mª de Ybarra, que abrió la Casa del Salvador de Amurrio en 1920 (el famoso reformatorio con el que se amenazaba a los balas). La presencia de los amigonianos en la villa se remonta a 1950, año en el que María Vallejo y Arana (hija de Prisca Arana que la había edificado), donó a la Asociación Casa del Salvador, su finca llamada El Saltillo, sita en Abaro en la carretera a Santurtzi, sin que viese cumplido su deseo, por fallecimiento, de ver inaugurada allí una Casa de Familia para los jóvenes más necesitados de apoyo tras su salida del internado de Amurrio. Cogieron el testigo, su hijo Pedro José Galíndez y su esposa Mercedes Maíz, corriendo con los gastos de rehabilitación del edificio que había estado diez años deshabitado. Comenzó su andadura en diciembre de 1951, tomando como nombre oficial: “Casa de Familia Hogar Saltillo Nuestra Señora de la Merced”.

1.- La Profecía de Simón, 2.- La huida a Egipto, 3.- El Niño perdido en el Templo, 4.- El encuentro con Jesús camino del Calvario, 5.- La muerte de Jesús en la cruz, 6.- El cuerpo de Jesús descendido de la cruz y 7.- La colocación en el sepulcro.

Ya que hablamos de corazones, al igual que en “las javerianas”, no me resisto a hablar de la vidriera que figura en la capilla del Hogar Saltillo y que será desconocida por la mayoría de los portugalujos. Se encuentra flanqueada por la Cruz esculpida por Moisés de Huerta (de la que ya dimos noticia en este blog) y por la imagen de la Virgen de La Merced (en recuerdo a Dª Mercedes Maiz).
En ella podemos contemplar una sencilla vidriera que se realizó al trasladar la capilla de lugar, antes de la inauguración, en cuyo centro destacan por su diseño los Sagrados Corazones de Jesús y María.
En primer término, el de Jesús, ardiente y con una cruz entre las llamas. Se encuentra rodeado por una corona de espinas y bajo ella, se aprecia que está partido.
El de María, de color más pálido, se muestra ardiente con una flor de azucena (símbolo de pureza) surgiendo de las llamas, estando atravesado por un puñal que representa las palabras del Evangelio de San Lucas en las que Simeón dijo a María: “Una espada atravesará tu corazón”, al contemplar a su Hijo morir en la Cruz. Bajo el puñal, una guirnalda o corona de flores ciñe el corazón.
Estas dos imágenes figuraban en los escapularios que se llevaban en otra época y que muchos de vosotros recordaréis.
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO
Fotografías: José Luis Garaizabal, e internet (emblema y escapulario)
Bibliografía: “Hogar Saltillo, 50 años de vida familiar” y Wikipedia
Agradecimiento: César Rodríguez Alonso (Terciario Capuchino)