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UNA VERSIÓN SOBRE “LA CANILLA”

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Del escrito de Javier García-Borreguero sobre el ferrocarril, aportando numerosas fechas históricas sobre el tema, separamos también por su interés lo referido a la fuente de La Canilla, que en el libro MEMORIA DE CIEN AÑOS que el Santo Hospital del Glorioso San Juan Bautista, repartió gratuitamente entre nuestros suscriptores, se decía que la fuente era sólo un tubo, un caño o canilla, de ahí su nombre.

    Portugalete en 1880 disponía de tres fuentes de carácter público: la de El Cristo, la de la Barrera, y la de Ana, y que estaban ubicadas precisamente en El Cristo, en la calle de La Barrera (hoy Casilda Iturrizar), y la de Ana en el final del muelle Viejo. Esta última es la que cita Marcos Escorihuela en 1871, diciendo que da el mejor agua a la Villa. Era la que estaba en la parte más baja del pueblo, y por tanto su agua manaba más filtrada y pura. Ubicarla desde un principio en un emplazamiento alejado de la población, no tiene sentido para la Villa que contaba entonces con apenas tres mil habitantes. Tampoco el profesor Escorihuela refiere para nada que su caudal fuera menor que en las otras, aún estando más baja y por tanto más alimentada. También hay Actas municipales de 1876 que se refieren a esta fuente como la fuente de ANA.
    José Manuel López Díez en su diccionario de calles de Portugalete, acude al concepto de “canilla” como de espita o canuto de la cuba, y relaciona su nombre concluyendo, que “el agua de la fuente pudo salir por un conducto similar”.
   Pero José Manuel no ha reparado en analizar la acepción de canilla como “regulador de paso”, lo que es mucho más apropiado para un lugar que ostenta un cambio de agujas.
    Por otra parte, lo que probablemente incidió en que el caudal de la fuente disminuyese, fue tanto el desarrollo de la carretera que venía de Sestao como las obras del trazado del tranvía (1881), lo que conllevaba nuevas conducciones y desvíos de los torrentes pluviales y de los flujos y corrientes subterráneas que alimentaban entonces aquel manantial. También debió incidir en la disminución del caudal el comienzo de las obras del túnel a Peñota (ya en 1921), puesto que el propio túnel en el tramo inicial, interceptaba la captación de las aguas. Además el muro de contención que se construyó encima del andén (que dispone de alivio de aguas y aún así produce grandes humedades en el andén a Santurzi), alteraría también con toda seguridad, las correntías que alimentaban a la fuente ANA.
    Consecuentemente, el flujo de aguas ya muy mermado, se fue desviando al final decreciente del referido muro de contención (a lo largo de la “peña herbosa” como la refería Mariano Ciriquiaín, o por la “campa de los apuros” y “terrenos de Bolarín” que diríamos nosotros), donde los constructores de la obra tuvieron a bien instalar un caño que recogiese las aguas.
    Esta versión está transmitida por quien dirigió las obras del túnel: Estanis Arrilucea, quien arribó a Portugalete para llevar las obras del túnel, y se quedó en nuestro pueblo al casarse con una portugaluja: Rosa Zunzunegui y Loredo, hermana del querido Juan Antonio.
    Y ya tenemos la fuente de ANA trasladada de lugar. Precisamente a muy escasos metros de una entonces recién construida caseta guarda-agujas, levantada expresamente para dominar los cambios de vía que darían paso a los trenes con dirección al túnel, y a los que viniendo de Santurce entraban hasta la estación Terminal de La Plaza.
    Esta caseta, se encontraba situada al final del andén dirección Bilbao y precisamente delante de la referida fuente. Estaba elevada a unos metros del suelo y sobre unas columnas para facilitar una mayor visibilidad de su trabajo. Dicha función se conoce ferroviariamente como el cambio de aguja o “canilla”, debido al sistema de hilos (cables) que alimentan (accionan) la aguja, es decir como en los mecanismos de las máquinas de coser, donde por supuesto también se domina la “canilla”.
    A la entrada del túnel se habían construido andenes y un paso subterráneo, pero era únicamente un “apeadero” que no disponía de personal, ni taquillas, ni factor, ni por supuesto de Jefe de Estación. Solamente se transformó en “estación”, a raíz del descarrilamiento (RENFE tiene tan bien archivado este desgraciado accidente, que no se consigue ningún documento sobre su fecha, pero pudo ser en 1952/53?), que fue quien determinó que los trenes de viajeros no llegasen ya más a la estación de La Plaza, habilitándose entonces este apeadero como estación de viajeros.
   Fue precisamente la propia RENFE quien bautizó al apeadero como la ESTACION DE LA CANILLA, para diferenciarla de la de La Plaza (que aún continuó algunos años admitiendo destinos de paquetería), puesto que se mantenían abiertas las dos estaciones, y Peñota era aún otro simple apeadero. Añadir también, que los planos originales aportados por la RENFE son los planos de la estación de La Plaza, y están denominados e inscritos como los de la “Estación de Portugalete”, que es por supuesto lo que se lee en ellos. 
    Por todas estas cosas, nos sorprende y mucho a los nacidos en Portugalete, que la Exposición se titule “120 años de la llegada del ferrocarril a La Canilla”.

De cualquier modo una cosa está muy clara: 
La estación de La Canilla es la que está en La Canilla.
La estación de Portugalete es el edificio que está junto a La Plaza.
Y la estación de Peñota está en Peñota .
Y el paseo, sí es el que llega hasta la Canilla, y por eso se le puso el nombre de “Paseo de la Canilla”.

Publicado el 10 de octubre de 2008


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