Una de las entradas más visitadas este año ha sido la que con el título de EL ADIOS A LOS PEQUEÑOS KIOSKOS nos envió Aitor González Gato, en el que nos recordaba la pequeña historia del kiosko de la calle San Roque que estaba a punto de cerrar por la jubilación de su dueño.
El 31 de julio, tras 53 años ofreciendo prensa y golosinas a los portugalujos del barrio, esa pequeña historia de la Villa nos dijo adiós.
Hoy la fotografía que encabeza estas líneas con Manuel Pis, su último propietario, ya jubilado, y su madre, Julia Gómez, quien abrió el kiosco, nos recoge su adiós y las gracias que desde aquí agradecemos por formar parte de nuestros recuerdos entrañables y de una parte de nuestra pequeña historia.