Esta calle tan popular surgió a finales del siglo XIX en la zona alta de la plazuela de El Cristo junto al antiguo camino a Ortuella, en la ladera del alto de San Roque y junto a la pequeña vaguada por donde discurría el arroyo del Ojillo, y que en distintos documentos anteriores aparece como Okillu, Loxillo, o Lojillo.
Es el arquitecto Casto de Zabala el que en 1883 redacta el proyecto de alineación, con orientación de N.E. a S.O. para que quede defendida de los vientos húmedos del N.O. y en suave y prolongada pendiente que facilite el saneamiento. Entre 1886 y finales del siglo, se fueron edificando las casas de los números impares, que en la actualidad constituyen un ejemplo singular, ya que han pervivido todos los edificios iniciales, y se canaliza el riachuelo que se dirigía a Coscojales.

Tras dicho primer edificio existente, donde en 1881 estableció su primera panadería Eduardo Miguel, se fueron construyendo, como se ve en el plano, hasta el terreno perteneciente a Ramón Vicuña frente al terreno actual del convento de las Siervas de María, en donde entonces existían dos casas propiedad de Mónica Ariño. Junto a estas se levantaron las últimas edificaciones del citado siglo, el nº 17 donde actualmente está el bar-restaurante Las Tablas, y más arriba, en la otra mano, en las huertas propiedad de Guillermo Goitia, donde nacía el arroyo del Ojillo, este construiría su chalet.
JOSÉ LUIS GARAIZABAL FLAÑO